Perpinyà ha huido del fuego… para caer en las brasas. La segunda vuelta de las elecciones municipales ha dado la alcaldía al candidato de la derecha, Jean-Marc Pujol, que, con el 55,1% de los votos, ha ganado al representante del Front National, Louis Aliot (44’9%), que llegó en primera posición en la primera vuelta. Finalmente, los socialistas de Jacques Cresta renunciaron a participar en una triangular y, de este modo, han puesto en bandeja la victoria de la UMP, parece ser que a cambio de una importante cuota de poder en la Agglomération Perpignan Méditérranée (el área metropolitana de la capital de la Catalunya Nord).
De este modo, Perpinyà continuará, durante seis años más, bajo el control de la derecha caciquil, una situación que se perpetúa desde los tiempos de Paul Alduy y de su hijo Jean-Paul Alduy. A pesar de la coincidencia de apellidos y de la afinidad ideológica, las relaciones entre Jean-Marc Pujol y el pujolismo convergente son muy frías, debido a la estrambótica política de alianzas que realiza el presidente de CDC en la Catalunya Nord, el ex militante de Terra Lliure Jordi Vera, protegido directo del consejero Germà Gordó.
En general, la izquierda ha obtenido unos resultados muy malos en las elecciones municipales de la Catalunya Nord. Incluso ha perdido en las urnas el alcalde comunista de Elna, Nicolas Garcia, que participó activamente en la Via Catalana del pasado Onze de Setembre.