El gran malestar laboral que provoca su gestión como presidente de la Autoridad Portuaria de Barcelona (APB). A pesar de que esta empresa pública presume de unos resultados excelentes (más cruceros de vacaciones, más contenedores de mercancías…) y obtuvo el año pasado unos beneficios de 74,7 millones de euros, los trabajadores están indignados. Y es que las rebajas salariales han provocado que su poder adquisitivo haya perdido el 25%, a la vez que arrecian los despidos: para este año ya se ha anunciado que veinte empleados más irán a la calle.
Esta pésima gestión laboral contrasta con el escandaloso incremento de los asesores externos, de subcontratas y de becarios en el puerto de Barcelona. El sindicato CC.OO. también denuncia que los directivos de la APB «aumentan los gastos en comidas, dietas y renting de coches para uso privativo durante todos los fines de semana y vacaciones». Sixte Cambra desentona y desafina.