«Se veía venir», lamentaba uno de los 1.400 empresarios -localidades agotadas- que este martes ha asistido al acto #diguemprou (digamos basta) organizado por PIMEC. Mientras el presidente de la patronal catalana, Josep González, pronunciaba el discurso de clausura, un empresario se ha levantado de su butaca y ha levantado una bandera estelada. Le han seguido tres asistentes más, y el resto del auditorio -no todos, pero sí una mayoría- ha empezado a gritar «Independencia». La organización, que había consensuado previamente con sus afiliados que se mezclaría la política, ha intentado sin éxito callar los gritos y ha obligado a los cuatro asistentes a guardar la bandera.
«Cada cual que se retrate él solo, yo os pido que la noticia no quede desvirtuada», ha lamentado posteriormente a la prensa el presidente de la patronal, consciente que el independentismo no sólo había sacado la nariz, sino la cabeza entera al acto de los pequeños y medianos empresarios. PIMEC no se ha posicionado de manera contraria, pero sí que se ha desmarcado «rotundamente» de los gritos independentistas.
Una vez concluído el acto, los asistentes han abandonado el palacio de Congresos de Barcelona y no se han estado de airear su posicionamiento político. «Te joderán igual aquí que allá», vociferaba un asistente a otro, que le replicaba: «estoy hasta arriba de pagar allí y ver que no vuelve nada».
