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La escopeta nacional

blesa_caça_cervol

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Tal y como ha pasado con el precio de las viviendas, las fincas rústicas también se han devaluado en los últimos años, pero, sorprendentemente, las grandes extensiones de terreno para uso cinegético, o sea, los latifundios de caza, siguen teniendo demanda entre las grandes fortunas españolas e internacionales.

La crema del poder económico, aquellos que figuran en los rankings de los más ricos, acostumbran a ser propietarios de extensas fincas de caza a las cuales invitan a amigos, a las célebres monterías, y también a algunos políticos de gatillo fácil que disparan a toda bestia que se les ponga por delante.

Quien posee más latinfudios para uso cinegético es Cayetana Fitz-James Stuart, la duquesa de Alba, si bien entre las fincas de cacería de más renombre figuran las de Emilio Botín, presidente del Santander, conocida como El Castaño, y la de su hermano Jaime, El Retamoso, las dos en la provincia de Ciudad Real.

El paraíso de los cotos
Los Albertos, Alberto Cortina y Alberto Alcocer, copropietarios de Alcor Holding, poseen Las Cuevas y El Avellanar (Ciudad Real); José Manuel Entrecanales, presidente de Acciona, es el amo del Cigarral (Toledo); Helena Revoredo, presidenta de Prosegur, de El Mojón (Ciudad Real); José Lladó, principal accionista de Técnicas Reunidas, de El Casarejo (Ciudad Real); Javier Serratosa, presidente de Grupo Nefinsa, posee La Cañada Trochosa (Ciudad Real); Elías Hernández, consejero de Ebro Puleva, Abanica de la Palma (Sevilla); Manuel Manrique, consejero delegado de Sacyr, El Santo (Madrid); Juan López-Belmonte, La Parra del Soberal (Cáceres); María de Carmen Careaga, accionista y consejera de Vocento y otras grandes corporaciones, Casas Blancas (La Rioja); José Manuel Isidro Rincón, presidente de Europac, La Rinconada (Valladolid); la familia Carceller, propietaria de la cervecera Damm, también tiene una gran finca en Huelva que limita con las marismes del Guadalquivir…

Pero no todos los multimillonarios tienen terrenos de caza: un ejemplo, Amancio Ortega, el hombre más rico de España, pasa los fines de semana en Pazo de Drozo, en Anceis (La Coruña), donde tiene una cuadra de caballos y una huerta, pero allí no se dispara; a Ortega no le gusta la escopeta. En todo caso, el terrateniente que saca más rendimiento a sus fincas de caza es Samuel Flores, suegro de Adolfo Suárez jr., que posee grandes extensiones de terreno donde se organizan exclusivas monterías de caza mayor. Sus fincas más conocidas son Palomar (Albacete) y Los Alarcones (Jaén), en las cuales los expertos en caza explican que están los mejores ciervos de la península. Allí también suele acudir el rey Juan Carlos, si bien el monarca prefiere otro coto, todavía más exclusivo, el de la finca La Garganta, en Ciudad Real, propiedad de lordGerald Casvendish Grosvenor, duque de Westminster, la primera fortuna británica del sector inmobiliario.

La amiga Corinna
Según avanzó en su momento el digital dclm.es, Diaro de Castilla-La Mancha, el rey Juan Carlos conoció a Corinna zu Sayn-Wittgenstein, su entrañable amiga Corinna, en una montería a La Garganta en 2004. En realidad, Corinna es una experta en cacerías y, como directiva de la empresa Boss & Co. Gunmakers, organiza viajes de cazadores británicos a los mejores cotos españoles y también safaris en África, como el que hizo el rey Joan Carles en Botsuana para cazar elefantes en abril de 2012, donde se rompió la cadera en un accidente.

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