Ferran Rodés, el presidente del consejo de administración del diario Ara y máximo accionista de este rotativo catalán, en compañía de la familia Carulla (Agrolimen). Según fuentes próximas a este empresario del sector de la publicidad, las cuantiosas pérdidas que acumula el diario Ara desde su salida al mercado, el 28 de noviembre de 2010, y la necesidad permanente de efectuar nuevas aportaciones de capital han acabado «comiéndole» la moral y la paciencia. Ello, a pesar de las generosas subvenciones que este periódico ha recibido de Presidència de la Generalitat en los últimos tres ejercicios.
Convertido en uno de los principales apoyos mediáticos del presidente Artur Mas, el diario Ara es el altavoz oficioso del movimiento soberanista, pero su cuenta de explotación es un desastre. Su consejero-delegado es el economista Salvador Garcia-Ruiz, fundador e impulsor del colectivo Emma, dedicado a la proyección internacional del independentismo catalán.
El padre de Ferran Rodés y fundador del grupo publicitario Mediaplanning, Leopoldo Rodés, es, desde hace años, uno de los hombres de confianza de la familia March y consejero de Caixabank. Precisamente, La Caixa es uno de los centros del poder catalán desde donde se observa con mayor inquietud la deriva independentista de Artur Mas, como se ha demostrado con la reciente sustitución del director de La Vanguardia, José Antich, por el periodista Màrius Carol. Por consiguiente, la decisión de Ferran Rodés de desprenderse del diario Ara se integraría en la lógica pragmática que siempre ha caracterizado a esta poderosa familia.
