Un informe elaborado por la Policía Nacional a instancias del juez sobre la muerte de Juan Andrés Benítez ha señalado que el empresario del Gaixample recibió cinco puñetazos en la cabeza y tres patadas, propinadas con «impulso» por parte de los Mossos d’Esquadra, mientras estaba inmovilizado en el suelo de la calle Aurora de Barcelona.
El informe, que se ha realizado después de analizar siete archivos de vídeo aportados por los vecinos testigos de los hechos, ha apuntado igualmente a la utilización de una porra extensible por parte de los agentes de la policía catalana. Precisamente uno de estos testigos denunció a la Policía Nacional amenazas de los Mossos para que borrara las imágenes grabadas con la cámara del móvil.
Otra de las novedades de la investigación de la policía española es que la víctima llamó a la Guardia Urbana después de pelearse con un vecino y antes de que llegaran los Mossos, lo que desmonta la teoría de los agentes implicados, que siempre han defendido que fueron al lugar de los hechos para separar a Juan Andrés Benítez del vecino con quien supuestamente se estaba peleando.
Este vecino, con quien se peleó la víctima, ha declarado como imputado y también ha afirmado que vio a los agentes golpeando a la víctima. Según la autopsia, Juan Andrés Benítez murió de un paro cardiaco consecuencia de los múltiples golpes recibidos en la cabeza.