El Juzgado de primera instancia número 10 de Santander ha dictado una interlocutoria que anula una ejecución hipotecaria de septiembre del año pasado porque la considera abusiva. La orden del juzgado, según recoge ‘elEconomista‘, llega después del cambio legislativo aprobado este mayo, según el cual se permite al deudor oponerse y al juez conocer de oficio los preceptos, que si son abusivos pueden frenar la ejecución.
Dado que la ejecución hipotecaria vino por el impago de sólo dos cuotas, en virtud de una cláusula de vencimiento anticipado que ahora se consideraría nula, esta queda parada. La cláusula permitía dar por vencido anticipadamente el préstamo y reclamar la totalidad de la deuda por capital e intereses en caso de la «falta de alguno de los vencimientos de capital, intereses o cuotas mixtas u otras obligaciones» relacionadas con el préstamo.
La legislación actual fija como mínimo un límite de tres cuotas impagadas para la ejecución. Para el juzgado, la orden supone una medida «absolutamente desproporcionada, injustificada y abusiva».
