La celebración de unos Juegos Olímpicos de invierno en Barcelona y el Pirineo tendrá que esperar. El alcalde de la capital catalana, Xavier Trias, no ha obtenido el consenso que reclamaba para presentar candidatura para la cita del 2022 y, según ha anunciado este viernes, lo ha aplazado como mínimo hasta el 2026.
Trias ha emitido un comunicado donde ha reconocido que se había quedado solo defendiendo la propuesta que heredó del anterior alcalde, el socialista Jordi Hereu. Los grupos de la oposición en el consistorio, el Gobierno, el COE y el COI, con quien ha mantenido contactos frecuentes en las últimas semanas, han transmitido al alcalde que no se dan «las condiciones para ganar la edición de 2022».
«Tenemos que concentrar los esfuerzos y nuestro compromiso para trabajar y conseguir la Olimpiada blanca del 2026», ha afirmado Trias en la nota, donde ha añadido que «la posibilidad que Barcelona y el Pirineo organicen unos Juegos Olímpicos de Invierno es una gran oportunidad que no dejaremos escapar«.
El alcalde ha marcado como prioritario conseguir el consenso de las fuerzas políticas municipales, «que hoy no existe, y que es imprescindible para dar credibilidad en un proyecto que tiene que someterse a la consulta ciudadana de los barceloneses y barcelonesas, y a la evaluación de los miembros del COI».
Trias también ha admitido que Barcelona no es vista en el mundo como una ciudad vinculada a los deportes de invierno. Del mismo modo que el COI le hizo ver que la prácticamente nula existencia de deportistas españoles de élite con opciones de medalla sobre el hielo y la nieve era un hecho que restaba muchas posibilidades a una posible candidatura catalana.
