El expresidente de Caixa Catalunya, Narcís Serra, ha declarado este lunes como imputado por una presunta administración desleal de la entidad financiera por haber aprobado sobresuelos para la cúpula directiva en 2010 mientras pedían ayudas públicas. Serra ha dicho que actuó de forma «legal, leal y conveniente».
El titular del juzgado de instrucción número 30, Josep Maria Pijuan, ha rechazado decretar prisión provisional para Narcís Serra tal como había pedido la acusación popular de la Asociación de Usuarios de Servicios Bancarios (Ausbanc), por riesgo de destrucción de pruebas. La Fiscalía Anticorrupción se ha opuesto a la petición de tomar medidas cautelares para el exministro socialista.
Serra ha justificado la decisión de aumentar las retribuciones salariales de la cúpula directiva aprobadas en unos acuerdos que constan en las actas de 19 de enero de 2010 y 13 de octubre de aquel mismo año. El expresidente de Catalunya Caixa ha dicho que fue una decisión «legal, leal y conveniente» en aquel momento, y ha pedido al juez que tome una decisión rápida para que «quede claro quien ha actuado siguiendo la ley y quien no».
Las acusaciones populares representadas por Ausbanc y por la CUP han explicado que Narcís Serra en ningún momento ha hecho autocrítica, justificando la decisión de incrementar las retribuciones salariales a partir de unos informes de consultoras externas. Todo ello en un momento en qué Catalunya Caixa tuvo que pedir 1.250 millones de euros de ayuda al FROB.
Este lunes también declara como imputado el exdirector general de Catalunya Caixa, Adolf Todó, que recibió 12 millones de euros en 4 años entre sueldos y pólizas. A lo largo de los próximos días declararán el resto de 54 miembros del Consejo de Administración denunciado por la Fiscalía.
