Una vez más, en la manifestación convocada el 12 de octubre en Barcelona por partidos de ultraderecha se exhibieron símbolos fascistas y consignas de apología de la violencia contra los independentistas. Unos actos que en muchos países europeos serían considerados un delito muy grave y castigados con penas de prisión.
Este año, los sectores más radicales de la extrema derecha querían acudir en masa a la celebración del 12 de octubre en Catalunya, en medio de un clima muy hostil por parte de este colectivo contra el debate soberanista, sobre todo después de la exhibición de fuerza del independentismo con la realización de la cadena humana durante la Diada Nacional.
Finalmente, la manifestación convocada por la plataforma La España en Marcha -formada por varias organizaciones de ultraderecha como La Falange, Nudo Patriota Español, Alianza Nacional, Movimiento Católico Español y Democracia Nacional– reunió a menos de medio millar de personas en el acto celebrado en la plaza Sant Jordi de Montjuic.
En la manifestación de la plataforma fascista La España en Marcha había la presencia de algunas de las personas que asaltaron la delegación de la Generalitat en Madrid, situada en el Centro Cultural Blanquerna. Entre ellos hay que destacar a Pedro Chaparro, el líder de la sección juvenil de Democracia Nacional (DN). Chaparro es uno de los agresores de Blanquerna, concretamente uno de los que aparece en las imágenes grabadas y se le ve arrancando el micrófono del atril.
Este joven ultra españolista es quien lideraba la concentración del 12-O en la plaza de España de Barcelona, dando órdenes de como poner las pancartas, gritando consignas con el megáfono en la mano y hasta haciendo de portavoz de los manifestantes ante los medios de comunicación.
La apología del fascismo
La legislación española en esta materia no regula con suficiente dureza la apología del fascismo, según explican los expertos en derecho penal. En declaraciones a EL TRIANGLE, el presidente del Consejo de la Abogacía Catalana, Miquel Samper, ha apuntado que el enaltecimiento del franquismo y este tipo de acciones por parte de grupúsculos fascistas está regulado de una forma «terriblemente light».
Preguntado sobre la exhibición de símbolos claramente contrarios a la Constitución como los que mostraron los manifestantes ultras en Barcelona el pasado 12-O, Samper afirma que se podrían denunciar a la Fiscalía, pero recuerda que es necesaria una legislación «más potente» para castigar con dureza estas actitudes.
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