Esta madrugada, los representantes sindicales de Catalunya Caixa han cerrado in extremis un acuerdo con la dirección de la entidad, controlada por el FROB, sobre las condiciones con las cuales se aplicará un ERE a 2.153 trabajadores.
Finalmente, la dirección de la entidad ha aceptado aumentar el número de personas mayores de 50 años que se pueden acoger al plan de bajas voluntarias hasta los 401 trabajadores, cuando en un principio se negaba a pasar de los 150. Esta era la principal reivindicación de los sindicatos, que consideran que este colectivo es el más predispuesto a abandonar su puesto de trabajo. El FROB se mostraba reacio a ampliar el número de estas bajas por el Decreto Ley aprobado por el Gobierno español que penaliza las salidas a partir de un porcentaje que Catalunya Caixa ya ha superado con el anterior ERE.
Este ERE supondrá el cierre de las oficinas situadas fuera de Catalunya, tal y como ha exigido la Unión Europea, y parte de las de dentro del territorio. La dirección de la entidad también ha aceptado limitar la movilidad geográfica forzosa al 5% de los no afectados por el ERE así como medidas de flexibilidad como excedencias retribuidas hasta 3 años, reducciones de jornadas de 25 y 50%, con un máximo de 975 personas, que reducirían el número total de afectados.
Los trabajadores que quieran acogerse al ERE voluntariamente recibirán una indemnización de 30 días por año y 22 mensualidades más incentivos por voluntariedad y antigüedad, cuando en la primera oferta de la entidad eran sólo 20 días y 12 mensualidades.
A cambio, los sindicatos han aceptado una reducción salarial temporal sobre conceptos de salario variable y de aportaciones al plan de pensiones. El último mes ha estado lleno de negociaciones y los trabajadores de la entidad han protagonizado paros parciales y jornadas de huelga como nunca había pasado en Catalunya Caixa. Las salidas se producirán de manera escalonada hasta finales de 2014, cuando se prevé que estén cerradas todas las oficinas de la entidad situadas fuera de Catalunya.
