Las evidencias de la relación que hay entre los seísmos que sacuden las Terres de l’Ebre y el proyecto Castor parecen claras, pero los responsables han tardado en reconocer este hecho. El ministro de Industria, Energía y Turismo, José Manuel Soria, ha reconocido este jueves en una entrevista en Onda Cero que el origen de los terremotos «podría estar» en la inyección de gas que se practica en el almacén subterráneo Castor.
Por su lado, el presidente de Escal UGS, la empresa que gestiona el proyecto de almacenado de gas natural, Recaredo del Potro, ha admitido en una entrevista en la Cadena Ser que «efectivamente» las operaciones que realiza este proyecto provocan «microseísmos» y que son mayores de los esperados por la propia empresa.
Esta pasada noche las comarcas de las Terres de l’Ebre han vuelto a vivir nuevos temblores. Dos seísmos de 4.1 grados en la escala de Richter han hecho temblar el suelo en menos de media hora, pasada la una de la madrugada (según los últimos datos del Instituto Geográfico Nacional).
Precisamente para tratar esta tema se ha convocado en Alcanar una reunión de urgencia este jueves por la tarde entre los alcaldes de la zona afectada, y con la presencia del conseller de Interior, Ramon Espadaler. Los alcaldes lamentan la falta de información que reciben y ya empiezan a pedir que se retire esta planta. El alcalde de Tarragona, Josep Fèlix Ballesteros, ha pedido que se suspenda la licencia de la planta Castor situada en la costa de Castellón.
El proyecto Castor, impulsado por la constructora ACS propiedad de Florentino Pérez, supone una inversión de 1.200 millones de euros para aprovechar un antiguo pozo petrolífero a 1.750 metros bajo el nivel del mar para almacenar gas. Las sucesivas inyecciones de gas a este depósito submarino han causado cerca de 300 seísmos desde comienzos del mes de septiembre, la mayor parte de los cuales de baja intensidad, ante la inquietud de los habitantes de la zona.