El anuario 2013 del Tercer Sector, con datos cerrados de 2011 y algunos provisionales de 2012, revela que las entidades sociales catalanas sin ánimo de lucro han atendido a 430.000 personas más des del inicio de la crisis en 2008, a pesar de perder 18.000 puestos de trabajo. El secreto para mantenerse con vida: un incremento de las aportaciones privadas, que ha compensado los recortes gubernamentales, y el incremento del voluntariado.
Pero a pesar de tener una «sociedad comprometida», la presidenta de la Mesa del Tercer Sector, Àngels Guiteras, ha asegurado que si continúan las políticas de recortes de la administración «habrá más gente en las aceras». «Estamos polarizando la sociedad y cada vez habrá más desigualdades, por eso no se puede debilitar la inversión pública», ha augurado.
Desde el Tercer Sector reivindican un mayor «grado de compromiso» de la administración, porque desde las entidades «no podemos hacer las cosas solos».
A partir de una muestra de 738 entidades sociales, «el trabajo de campo más grande que se hace en España», según ha apuntado el coordinador del Observatorio de la Mesa, Pau Vidal, el crecimiento del 23% del voluntariado, unas 300.000 personas, ha compensado la pérdida de puestos de trabajo.
Hasta 2011 hubo un proceso de concentración del sector, y se pasó de 7.500 a 6.800 entidades. Pero a pesar de la pérdida de puestos de trabajo profesionalizados, de poder adquisitivo por los recortes, y la previsión de desbordamiento por una demanda creciente de servicios, Guiteras ha asegurado que el Tercer Sector «ha sido, es y existirá«.