Los seísmos del Castor activan las alertas

Los gobiernos valenciano y catalán vigilan los movimientos sísmicos causados por el almacén de gas después de un terremoto de 4,2 grados
Castor
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A pesar de que al principio se aseguraba que los «pequeños seísmos» estaban previstos y sus consecuencias controladas, el aumento de la intensidad y el número de los terremotos en el entorno del almacén submarino de gas Castor, delante de las costas de Vinaròs y muy cerca del Delta de l’Ebre, ha empezado a activar las alarmas oficiales. El seísmo de 4,2 grados en la escala de Richter, uno de los veinte registrados durante la madrugada de lunes a martes ha alertado a las autoridades y ha activado las protestas de los ciudadanos de los extremos sur y norte de Catalunya y el País Valencià.

 

La intensidad de los movimientos sísmicos ha aumentado en la última semana, a pesar de que el Ministerio de Industria paralizó temporalmente la extracción de gas el pasado jueves. Ante la advertencia de los geógrafos, la Generalitat Valenciana ha activado este martes el plan de riesgo sísmico en Peñíscola, Vinaròs y Benicarló, mientras que Protección Civil de Catalunya, a pesar de descartar un seísmo de gran magnitud, ha asegurado que el peligro sísmico existe e incluso podría incrementarse.

 

El ministro de Industria, José Manuel Soria, ha negado que existan datos científicos que relacionen los terremotos con las extracciones de gas y ha subrayado que el proyecto viene avalado por los estudios previos necesarios. No obstante, mantiene contacto permanente con el Instituto Geográfico Nacional y el Instituto Geológico mientras la empresa responsable del proyecto Castor, Escal UGS, «estudia y analiza los datos con la colaboración de los organismos más especializados», según ha explicado el ministro.

 

El proyecto Castor, impulsado por la constructora ACS propiedad de Florentino Perez, supone una inversión de 1.200 millones de euros para aprovechar un antiguo pozo petrolífero a 1.750 metros bajo el nivel del mar para almacenar gas. Las sucesivas inyecciones de gas a este depósito submarino han causado cerca de 300 seísmos desde comienzos del mes de septiembre, la mayoría de baja intensidad, ante la inquietud de los habitantes de la zona.

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