Los inversores privados Andrey Bokarev, magnate con una fortuna estimada de 1.350 millones de dólares, según Forbes, y Alexey Krivoruchko serán los nuevos dueños de la marca de armas más famosa de Rusia: Kalashnikov. La corporación pública que controla la mayoría de los fabricantes rusos de armas ha llegado a un acuerdo con ellos para vender el 49% de Kalashnikov Group, según informa elEconomista.
La iniciativa del Kremlin de desprenderse de un símbolo de la Guerra Fría se enmarca en un plan para reformar la industria rusa de armas. El traspaso inyectará 41 millones de dólares a la corporación pública, además del compromiso de invertir otros 78 millones de dólares en los próximos dos años.
El objetivo de esta privatización es pagar la deuda del fabricante de la mítica AK-47, que además produce el 95% de las armas ligeras de Rusia. Sin embargo, no ha conseguido ser rentable desde el fin de la Guerra Fría.
Mikhail Kalashnikov, de 93 años, transfirió los derechos sobre la marca a este nuevo grupo. Se estima que la marca podría tener un valor de alrededor de 10.000 millones de dólares. Kalashnikov combatió en la II Guerra Mundial y diseñó la AK-47 para enfrentarse a las armas de asalto alemanas. La planta donde se fabricaba este modelo se declaró en bancarrota en agosto.