El recorte con efectos retroactivos desde el pasado mes de enero de un 20% del presupuesto del Programa de Apoyo a la Autonomía en el Propio Hogar ha enfadado a los beneficiarios de este programa y a las asociaciones que lo gestionan; pues pone en peligro el mantenimiento de este servicio que permite la independencia de personas con discapacidad intelectual.
Por este motivo, más de 300 usuarios del programa, acompañados de profesionales y familiares, han formado una cadena humana ante la Consejería de Bienestar Social y Familia, con la que han denunciado que este recorte genera un problema financiero para las entidades sin ánimo de lucro que lo prestan y que ya han pagado los sueldos de los profesionales.
«El departamento de Bienestar Social y Familia se lo puede replantear y dar marcha atrás en la decisión de aplicar un recorte retroactivo, sobre todo sin haber hecho ningún aviso previo. Los sueldos ya se han pagado y nosotros estamos dentro de un convenio laboral que tenemos que cumplir. Tampoco podemos sacar recursos económicos de otras partidas porque también han sufrido recortes significativos y porque no se están pagando al día», asegura Rosa Cadenas, presidenta de Dincat (Discapacidad Intelectual Catalunya).
Hasta ahora, la subvención que se recibía era de 626,35 euros/mensuales y, después del recorte, el módulo queda fijado en 500 euros/mensuales, cifra que dificulta la continuidad del programa. «Las personas con discapacidad intelectual y de desarrollo están aquí para reclamar en primera persona que no quieren volver a casa y que quieren tener su propio proyecto de vida, como cualquiera otro ciudadano» añade Cadenas.
Actualmente, 650 personas con discapacidad intelectual y de desarrollo reciben este servicio en Catalunya a través de 44 entidades sin ánimo de lucro que pertenecen a Dincat. La entidad pide a la Generalitat que se cree una mesa de negociación que pueda revisar el modelo de atención a las personas con discapacidad con el objetivo de preservar el programa.