El Fiscal Anticorrupción Fernando Bermejo apresura al Tribunal Superior de Justicia de Catalunya (TSJC) para que empiece a juzgar al exsecretario de Organización del PSC y diputado en el Parlamento, Daniel Fernández y a los hermanos Bustos por un presunto delito de tráfico de influencias por la colocación a dedo de una exalto cargo del tripartito en el Ayuntamiento de Montcada i Reixac.
En su escrito de conclusiones de la fase de instrucción de este parte del caso Mercurio, el fiscal Bermejo ve «indicios suficientes» para juzgar a los imputados. Por este motivo ha pedido al TSJC que dictamine un auto para empezar a preparar el juicio oral para el diputado socialista, el exalcalde de Sabadell, Manel Bustos y su hermano Francisco Bustos -exconcejal del consistorio municipal-, así como la alcaldesa de Montcada, Elena Pérez, acusada de un presunto delito de prevaricación y tráfico de influencias.
Según las investigaciones, el exsecretario de Organización del PSC habría hecho de intermediario con la alcaldesa de Montcada para colocar en este consistorio a Carmina Llumà como directora del Àrea Territorial. Llumà fue secretaria general del departamento de Política Territorial y Obras Públicas (DTOP) durante el tripartito. El nexo en común es el presunto jefe de la trama Mercurio, Manuel Bustos, ya que que Llumà es la esposa del jefe de los servicios jurídicos del Ayuntamiento de Sabadell.
Habría sido Bustos quién habría llamado a Fernández para pedirle el favor. De hecho, según consta en las investigaciones, Fernández habría presionado a la alcaldesa diciendo: «Que al ‘No apto’ le saquen el ‘No», en referencia a las pruebas de personal para la plaza pública que estaba en concurso. El exdirigente del PSC declaró ante el TSJC y afirmó que se había limitado a dar una opinión respecto a un cargo de confianza. Elena Pérez negó presiones de sus compañeros socialistas, y los hermanos Bustos también aseguraron, en su declaración, que no hubo presiones de nadie.
