La agencia de detectives Método 3 trabajó, hasta su desaparición a finales del año pasado, para diversos partidos políticos a la vez. Las estrechas relaciones personales de sus máximos responsables –Marita Fernández Lado y su hijo Francisco Marco– con destacados dirigentes o personas clave del aparato facilitaron esta múltiple contratación.
El vodevil de Método 3 depara muchas sorpresas y extraños compañeros de cama. Lo que sí está claro es que la empresa no distinguía los compromisos políticos y trabajaba para unos y para otros, práctica que, con frecuencia, se traducía en unos contra otros y otros contra unos. El color y el olor del dinero no conocen fronteras partidistas.
Al servicio de Convergència
El gran anclaje de Paco Marco en el submundo de la política fue Xavier Martorell, exdirector general de los Mossos d’Esquadra entre 1996 y 2004, empecinado desde hace años en «saberlo todo de todo el mundo» como instrumento de poder al servicio de la causa soberanista de Catalunya. Una vez cesado en el cargo, con la llegada del Gobierno tripartito, se incorporó a la empresa Provinen Seguridad y en 2008 recaló como máximo responsable de seguridad del FC Barcelona.
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