«Después de las balas de goma no tenemos más herramientas que las que desplegamos de manera rutinaria», ha declarado Gemma Galdón, profesora de seguridad, tecnología y sociedad en la Universidad de Barcelona, quien ha pedido que se tenga en cuenta el principio de proporcionalidad, porque, según ha declarado, los agentes de seguridad catalanes tienden a hacer «siempre lo mismo», independientemente de qué situación hay. Ante esto, «no tenemos manera de responder cuando los actos son peores», ha añadido.
Por eso ha pedido protocolos de actuación previos y posteriores a las actuaciones policiales. Galdón, quien ha comparecido este martes en la comisión parlamentaria de estudio de modelos de seguridad públicos, ha asegurado que «no hay manifestaciones ilegales», porque se trata de un derecho y no hay que comunicarlo. «Contraponer el derecho de manifestación contra el de los camiones o contenedores no tiene ninguna base jurídica», ha explicado.
Sobre las actuaciones policiales, Galdón ha denunciado que «para evitar daños materiales no podemos crear daños físicos», ante actuaciones policiales para evitar desorden público. Por otro lado, ha criticado el procedimiento de algunas actuaciones policiales y ha mencionado concretamente el 14N como un ejemplo de lo que no se tiene que hacer. Sobre aquel día, Galdón ha preguntado cuál puede ser el objetivo de la policía en desviar una manifestación muy orientada por una calle grande como Vía Laietana, hacia la «trama de Santa Caterina en el Barrio Gótico, que es un lugar por donde no es deseable que haya disturbios desde el punto de vista policial», porque no se puede controlar.
A pesar de no estar en contra del uso de las pelotas de goma en situaciones excepcionales, ha comparado el habitual uso de pelotas de goma en Catalunya con otros países como Inglaterra, donde en las revueltas urbanas de Londres de 2011 no se utilizaron, a pesar de que los agentes consiguieron el permiso político para hacerlo y que hubo muertes por la gravedad de las protestas.
