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Urdangarin preocupado por sus emails íntimos

Urdangarin

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Enric Arqués

Periodista. Licenciado en Periodismo y he cursado un Master en Periodismo Avanzado - Reporterismo. Antes a Onda Rambla - Punto Radio, Europa Press Cataluña, Onda Cero Barcelona y ahora en el diario digital El Triangle. He seguido y sigo la actualidad política, así como el mundo de los Tribunales. Periodista. Llicenciat en Periodisme i he cursat un Màster en Periodisme Avançat - Reporterisme. Abans a Onda Rambla - Punto Radio, Europa Press Catalunya, Onda Cero Barcelona i ara al diari digital El Triangle. He seguit i segueixo l'actualitat política, i també el món dels Tribunals. 
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El Duque de Palma, Iñaki Urdangarin, ha madrugado para ir a la Ciutat de la Justicia. En esta ocasión se ha presentado ante la Justicia como testigo por una demanda presentada por él contra su exsocio en el Instituto Nóos, Diego Torres, y contra ocho grupos de comunicación, por haber difundido unos correos electrónicos suyos de tipo personal.

 

El abogado de Urdangarin, Mario Pascual Vives, ha pedido al Juzgado de Instrucción número 46 de Barcelona que mantenga la medida cautelar de prohibir la difusión de estos correos electrónicos. A la salida del juzgado, el abogado no ha querido hacer declaraciones a los numerosos medios de comunicación presentes, alegando que es un tema relacionado con la intimidad de su cliente. La juez tiene una semana para tomar una decisión sobre esta petición.

 

Gritos contra Urdangarin

El Duque de Palma ha entrado solo a las dependencias judiciales, a las 8,45 de la mañana, vestido con una americana blanca y con un ademán estirado y muy serio. Su abogado ha llegado más tarde, a las 9,25, mientras que Diego Torres lo ha hecho un poco antes, a las 9,15. Cuándo han llegado sólo había un pequeño grupo de personas para increpar al yerno del Rey de España.

 

Una vez terminada su declaración, hacia las 11,15, Urdangarin ha salido rápidamente de la Ciutat de la Justicia, rodeado de un fuerte dispositivo de seguridad formado por Mossos d’Esquadra y seguridad privada, pero no ha podido evitar las protestas de un grupo de funcionarios judiciales y de varias decenas de ciudadanos con banderas republicanas, que le han insultado con gritos de «chorizo», «hijo de puta» y «pijo».

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