El principal foco de atención de este domingo de playa estaba en Guadarrama, donde se ha producido el primer encuentro en público de José María Aznar con Mariano Rajoy en 2013. La expectación por ver cómo se comportaban juntos presidente y ex presidente, tras las críticas de Aznar a la política del Gobierno, era tan desmesurada como las esperanzas de escuchar que comentaran las novedades sobre Barcenas.
El encuentro, estudiado hasta el último momento por los asesores populares, ha sido breve e informal. Un apretón de manos para los fotógrafos y un falso intercambio de palabras sobre las vacaciones de uno y otro. Ambos han participado en la clausura del Campus FAES, donde han esquivado en todo momento las preguntas de los periodistas sobre el caso Barcenas y las declaraciones del ex tesorero publicadas este domingo, según las cuales el PP se financió ilegalmente durante los últimos 20 años.
Durante sus intervenciones, ambos se han mostrado más diplomáticos que en los últimos meses, en los que han mantenido un pulso mediático por las críticas de Aznar a la política económica de su sustituto al frente del PP. Aznar se ha limitado esta vez a señalar que la fundación FAES, que preside él mismo, ha elaborado una batería de medidas económicas que ha puesto a disposición del ejecutivo y entre las que ha destacado la reforma fiscal. Por su parte, Rajoy ha respondido que el comité de expertos que estudia la reforma tributaria tendrá en cuenta el documento.
