De esta manera, Corinna podía disfrutar de un avión privado solicitado con 24 horas de antelación. La sociedad de Fasana contrataba tarjetas prepago por un valor de 150.000 euros que se podían utilizar por 25 horas de vuelo durante un año de vigencia. La princesa compartió vuelos con el Rey de España, según las fuentes consultadas por El Confidencial, que añaden que para ocultar la identidad de los acompañantes de Corinna se utilizaban títulos nobiliarios falsos.
Quien contrataba estos servicios para Corina era Arturo Fasana, detenido en 2009 dentro de la operación Gürtel y acusado de ser el contable de la trama y de Francisco Correa en Suiza. También se le relacionó con el ‘caso Emperador’, dentro del cual sería quien habría puesto en contacto a las fortunas españolas con el entramado liderado por Gao Ping que blanqueaba importantes sumas de dinero.