Los «talibanes» de CDC: 15 años después

Juventud y ansias de poder. Este sería el retrato de un grupo de políticos que a finales de los 90 ya se imaginaban dirigiendo Catalunya. Muchos han llegado donde aspiraban y otros se encuentran en segunda línea o en el ámbito privado. Un camino recorrido hasta la actualidad con numerosos cargos públicos acumulados entre todos.
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«Escuchad bien: nosotros, los que estamos aquí reunidos, de aquí diez años tenemos que estar dirigiendo este país. Por cojones tenemos que ganar y estar dirigiendo este país. Quiero que os lo pongáis en la cabeza». Estas palabras las pronunció hace unos 17 años el ahora conseller de Justicia, Germà Gordó. Una arenga dirigida a jóvenes valores de Convergencia Democrática de Cataluña (CDC), con ansias de poder y dispuestos a comerse el mundo, al menos su pequeño mundo. Entre estos jóvenes hay Oriol Pujol Ferrusola, Francesc Homs, David Madí, Joaquim Forn, Marc Puig, Jordi Martí, Xavier Martorell, Carles Llorens, Jordi Torrents y Jordi Rodó. Unos nombres que son, la gran mayoría, de sobra conocidos en el actual ámbito político catalán.

Un reportaje del periodista Jordi Juan, publicado en las páginas de La Vanguardia el 29 de noviembre de 1998, los bautizó como los jóvenes «talibanes» de CDC. Las palabras ambiciosas de Germà Gordó, animando a continuar el ascenso dentro de la jerarquía de Convergència y en las esferas públicas, se han cumplido en buena parte, pero también hay chascos y fugas de la política. Si hacemos un repaso individual de los que después serían el llamado ‘pinyol’ (hueso en catalán) de CDC, comprobamos como algunos de estos dirigentes controlan grandes áreas de poder y otros están colocados en ámbitos más o menos relevantes de una Administración pública que controla el partido conservador.

Oriol Pujol Ferrusola: el noviembre de 1998, con 32 años, el quinto hijo del patriarca Jordi Pujol ya era director general de Asuntos Interdepartamentales y Relaciones con el Gobierno. A nivel interno de CDC era el presidente de la agrupación de la Dreta de l’Eixample, en Barcelona. Ahora, OPF sólo es diputado de CiU en el Parlamento de Catalunya después de ser imputado por un presunto tráfico de influencias por el juez que lleva el caso de las ITV’s. Por este motivo se ha apartado, que no dimitido, del cargo de secretario general de CDC y de presidente del grupo parlamentario de CiU. 

Francesc Homs: hace 15 años, cuando tenía 30, era el jefe de gabinete del conseller de Gobernación, Xavier Pomés. Y también era el vicepresidente de la agrupación de la Dreta de l’Eixample de CDC. Más de dos décadas después se puede decir que, de este grupo, Francesc Homs es el miembro con más poder de todos. Como conseller de la Presidencia y portavoz del Govern controla áreas tanto sensibles y golosas como la Comunicación y el reparto de las subvenciones públicas. Dentro del partido convergente, Homs es uno de los hombres fuertes en la dirección, como vicesecretario general de CDC.

Germà Gordó: el autor de la arenga a aquel grupo de jóvenes convergentes era en aquel momento el secretario general de la Asociación Catalana de Municipios y Comarcas (ACM). El año siguiente, el 1999, ya hizo el primer paso para lograr el objetivo que tenía en la cabeza de dirigir Cataluña y fue nombrado secretario general del Departamento de Agricultura, Ganadería y Pesca del último Gobierno presidido por Jordi Pujol. En la actualidad es el consejero de Justicia, después de ser el secretario del Govern de la Generalitat en la pasada legislatura. Desde el 2004 hasta el 2010 fue el gerente de CDC y era considerado como el hombre a la sombra del ‘pinyol’ de Artur Mas.

David Madí: el noviembre del 1998, con 27 años, ya era jefe del gabinete del consejero de Economía y Finanzas, Artur Mas. Uno de los líderes del ‘pinyol’, junto con OPF y Homs, se retiró de la primera línea política después de la victoria de CiU en las elecciones catalanas del 2010. Medio año después se incorporó a la empresa auditora Deloitte como director del área de consultoría estratégica de sus oficinas de Barcelona. Desde que CiU gobierna, gracias a los contratos otorgados por la Generalitat, esta empresa ha obtenido importantes beneficios. Sin ir más lejos, tal como denunció EL TRIANGLE, el Gobierno de Mas adjudicó un contrato de 33 millones a Deloitte por la prestación del nuevo modelo de gobernanza del sector TIC. De hecho, según un reportaje del periodista Marc Ustrell publicado al Anuario Mèdia.cat 2013, Deloitte ha triplicado sus ingresos desde que CiU ha vuelto a gobernar. David Madí también es desde septiembre de 2011 presidente del consejo asesor de Endesa en Cataluña y el junio de 2012 fue nombrado vicepresidente sénior de la multinacional catalana de certificación Applus (la empresa concesionaria de gran parte del negocio de las ITV en Cataluña).

Joaquim Forn: el 1998 era el subdirector general del Departamento de la Presidencia de la Generalitat, y fue el coordinador de la campaña electoral de Joaquim Molins. En cuanto a CDC, Forn ocupaba la vicepresidencia de la federación de Barcelona. Actualmente es el primer teniente de alcalde del Ayuntamiento de la capital catalana, y es la mano derecha del alcalde Xavier Trias.

Marc Puig: no dejamos de hablar del consistorio barcelonés porque estamos ante el actual director de Comunicación y Atención Ciudadana del Ayuntamiento de Barcelona. Este publicista de profesión es quien puso la casa en alguna de los encuentros de los convergentes de la generación postpujolista. El 1998 era presidente de la potente agrupación de CDC en Sarriá, a la cual pertenece Jordi Pujol y Marta Ferrusola. En aquel momento no ostentaba ningún cargo institucional, a pesar de que más adelante fue director general de Difusión del Departamento de Presidencia. Posteriormente, el abril de 2003, fue nombrado secretario de Comunicación del Govern de Jordi Pujol, precisamente relevando a David Madí en el cargo después de que este dimitiera por el escándalo de manipulación de encuestas y sondeos de opinión oficiales. Marc Puig también ha sido consejero en RTVE y en la CCMA. En el ámbito privado creó la empresa Emocional Base, una compañía que, según el juez del caso Palau, Josep Maria Pijuan, era proveedora del Palau de la Música y de CDC, y habría participado en la supuesta trama de pagos a la federación nacionalista con fondo que provenían de la constructora Ferrovial. Por este caso algunos grupos de la oposición al Ayuntamiento de Barcelona pidieron su dimisión. En sus conclusiones el ministerio fiscal ha pedido al juez el sobreseimiento de Marc Puig como imputado en este caso.

Xavier Martorell: hasta hace muy poco era uno de los miembros menos conocido de este grupo a nivel mediático y por parte de la ciudadanía, pero esto ha cambiado a raíz de la explosión de los casos de espionaje de Método 3. Un caso que ha acabado con la dimisión de Martorell como director general de Servicios Penitenciarios del Departamento de Justicia que dirige Germà Gordó. En el primer Govern de Mas fue uno de los hombres de confianza de Homs en Presidencia, con el cargo de director general de Análisis y Prospectiva. Ahora hace 15 años, cuando tenía 35, era el director general de Seguridad Ciudadana del Departamento de Gobernación que encabezaba Xavier Pomés. Un cargo que significaba ser el máximo responsable de los Mossos d’Esquadra. Antes de esto fue el jefe de gabinete de Pomés. También ha sido concejal de CiU en el Ayuntamiento de Sant Cugat y director de Seguridad del FC Barcelona. Es aquí donde nacen los escándalos de espionaje que han acabado (de momento) con su carrera política.

Carles Llorens Vila: cuando Gordó hizo este llamamiento a los cachorros convergentes, Carles Llorens era uno de los más ‘veteranos’ de aquel grupo de jóvenes convergentes. En 1998 era el director del Instituto de Formación de CDC. También presidía la agrupación de este partido en La Garrotxa, y ha estado en varios cargos públicos: en el departamento de Presidencia de la Generalitat y delegado del Govern en las comarcas de Girona (2000 – 2004). Ahora sigue trabajando en la Administración pública, no en vano es el director general de Cooperación al Desarrollo, que cuelga del Departamento de Presidencia controlado por Homs.

Jordi Torrents: seguramente uno de los nombres que ha pasado más desapercibido, pero también se le situó en el grupo de los jóvenes «talibanes» de CDC de aquellos años. En aquel momento trabajaba en el gabinete de estudios del Departamento de Presidencia, y era el presidente de la agrupación de CDC en Ciutat Vella (1996 – 2004) y ha sido miembro del comité ejecutivo de la federación de Barcelona (1995 – 2001). Actualmente es la jefe de Relaciones Institucionales de la conselleria de Justicia, y anteriormente fue el Responsable de Relaciones Institucionales a la Secretaría del Govern. Los dos cargos bajo las órdenes de Germà Gordó, que se lo ha llevado allá donde ha ido. A nivel de partido es consejero nacional de CDC.

Jordi Rodó: ahora es lejos de la primera línea política, pero a finales de los años 90 era el secretario de política municipal de CDC. En su currículum político vemos como pasó por el Departamento de Presidencia como Director del Consejo Asesor para el Desarrollo Sostenible, y también fue concejal de la federación nacionalista en el Ayuntamiento de Manresa. No hay que olvidar su paso como asesor del departamento de Medio Ambiente encabezado por Felip Puig, durante la última legislatura de Jordi Pujol como presidente. Una asesoría muy bien remunerada con dinero público: 11,6 millones anuales según denunció en su momento el entonces dirigente de ERC, Joan Ridao. Desde septiembre de 2004 es el director de una consultora de estrategia corporativa ubicada en Manresa.

 

No todos han acabado dirigiendo el país como anhelaba Germà Gordó hace más de 15 años, pero sí que han logrado amplias cuotas de poder la gran mayoría, y si no siempre están los amigos y compañeros de trinchera para hacerte un favor en forma de cargo público.

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