Las elecciones municipales del próximo 28-M se presentan muy movidas en Puigcerdà. Albert Piñeira, que ha sido el alcalde en los últimos 12 años, no se vuelve a postular para el cargo y el espacio político que representaba, la antigua CiU, se ha dividido en tres candidaturas. Además, en la capital de la Cerdaña, que tiene 10.000 habitantes, concurren otras tres listas: ERC, PSC y PP.
El ambiente político está muy caldeado a raíz de la ruptura y el abierto enfrentamiento que protagonizan, desde hace meses, el alcalde Albert Piñeira y el empresario Francesc Armengol, un poder fáctico de Puigcerdà, con intereses en negocios de gasolineras, supermercados, inmobiliarias, tabaco, juego, apartamentos turísticos… Históricamente, Francesc Armengol era el hombre fuerte del “sector negocios” de Convergència en la Cerdaña, con hilo directo con la familia Pujol.
Pero su voracidad y su prepotencia han degenerado en un grave conflicto con el Ayuntamiento. Francesc Armengol ha hecho importantes reformas en su estación de servicio de Repsol en la plaza de Europa, ampliando la superficie comercial y construyendo túneles de lavado de coches. Estas obras se han consumado sin tener todos los permisos en regla y el alcalde Albert Piñeira, su antiguo aliado, ha decidido pararle los pies.
En los dos plenos celebrados por el consistorio el pasado mes de abril, el alcalde detalló las graves irregularidades urbanísticas que ha cometido este empresario y justificó la decisión de clausurar los túneles de lavado, que no tenían la pertinente licencia ambiental para poder funcionar. Albert Piñeira también denunció la existencia de presiones y amenazas en relación con estos litigios.
Francesc Armengol no está acostumbrado a que le lleven la contraria y ha decidido jugar fuerte. Ha salido de la sombra y él mismo se presenta a las próximas elecciones, encabezando la lista Futur per Puigcerdà, con el obvio objetivo de defender sus intereses particulares.
El conflicto se ha acabado de envenenar con el proyecto del Ayuntamiento de Puigcerdà de promover la construcción de 134 viviendas de protección oficial en la zona donde Francesc Armengol tiene la gasolinera. Desde el entorno a este empresario se ha promovido la presentación de alegaciones contra la modificación del planeamiento urbanístico, necesaria para hacer estos pisos sociales.
El alcalde Albert Piñeira está indignado por la “guerra sucia” que ha desatado Francesc Armengol y considera que su intento de sabotear esta iniciativa municipal es inadmisible.
La disputa por el negocio de la clientela francesa
El empresario Francesc Armengol tiene su polémica estación de servicio a tocar de la Guingueta (Bourg-Madame), junto a la carretera que viene de Francia. Se trata de un emplazamiento estratégico, puesto que son precisamente los visitantes franceses los que animan la vida comercial de Puigcerdà, donde compran, con precios ventajosos, gasolina, alcohol, tabaco…
Por eso, desde hace años, Puigcerdà es el epicentro de una dura y sonada disputa política y judicial, conocida como la “guerra de las gasolineras”, ya que hay actores empresariales que intentan entrar en este goloso pastel. El grupo Bonpreu Esclat tiene en cartera el proyecto de construir un gran centro comercial y una gasolinera low cost en la zona donde tiene sus negocios Francesc Armengol. Hasta ahora no lo ha conseguido, a pesar de las excelentes relaciones del empresario Joan Font con el mundo independentista.
Otro proyecto que fracasó es el de la empresa Supeco-Maxor para implantar un hipermercado y una gasolinera, a pesar de que tenía firmado, de tiempos del alcalde Joan Carretero (ERC), un acuerdo con el Ayuntamiento. El año 2016, el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) condenó al consistorio a pagar una indemnización de 630.000 euros a esta empresa, que dejó temblando las finanzas municipales.
