«Prensa española, manipuladora»

Cuando lo vi y escuché por primera vez pensé que no lo había entendido bien. Eran los gritos que salían de entre los manifestantes contra la Ley de Amnistía pactada entre el PSOE y los independentistas repitiendo el eslogan «Prensa española, manipuladora». Es el mismo grito que escuchamos a menudo, con acento catalán, en las manifestaciones independentistas de meses atrás dedicadas a los periodistas de medios de comunicación de alcance estatal que informaban sobre ellas.

En las manifestaciones independentistas eran aplaudidos los periodistas de TV3 y Catalunya Ràdio e insultados y abucheados los de TVE, La Sexta, Antena 3, Telecinco o la SER. Estos días, en Madrid, los que salen escaldados son los reporteros de TVE o La Sexta. Es decir, que les toca aguantar broncas tanto en Barcelona como en Madrid. Son “prensa española manipuladora” tanto para los independentistas como para los manifestantes de extrema derecha que cortan la calle Ferraz, donde se encuentra la sede central del PSOE.

¿Cómo se puede ser prensa manipuladora para unos y para otros?

He pensado en una anécdota que contó uno de los hermanos Pérez de Rozas (nunca me he aprendido los nombres de pila) en el reciente acto de homenaje que se hizo a Antonio Franco. Pérez de Rozas explicó que un día, cuando Franco dirigía El Periódico, se presentó en la redacción y les recriminó: “Lo estáis haciendo muy mal. Hace un mes que nadie me llama cabreado por una noticia o para amenazarme por otra”. Tenía la concepción acertada de que el periodismo está para molestar, para denunciar, sobre todo a los ricos y poderosos. El periodismo debe fiscalizar el poder, no ser su cómplice.

Los medios de comunicación, «la prensa» en la expresión anticuada de los manifestantes independentistas y de extrema derecha, deben explicar la realidad, informar de forma veraz e independiente. Especialmente los que dependen de las administraciones públicas.

Me encajaría más que quienes se manifiestan en Madrid estos días griten “prensa catalana, manipuladora”, no rima pero es una verdad indiscutible cuando se refiere a los medios públicos catalanes dependientes de la Generalitat o a RAC1. Han barrido durante años y todavía lo hacen hoy a favor de la causa independentista. Y tienen razón los partidarios de la independencia de Catalunya que se quejan del sectarismo de muchos medios españoles contra su causa. Pero no puede caerse en la simplificación de ponerlos todos en el mismo saco. Los ultras que lanzan “vivas” a Franco, cantan el Cara al Sol o piden un Alzamiento Nacional, no piensan en El Mundo, ABC, La Razón, El Hormiguero, Ana Rosa Quintana, TV13, Es Radio… cuando vomitan su “prensa española, manipuladora”. Pero son prensa (o medios de comunicación), son españoles y manipulan mucho.

Necesitamos muchos más Antonios Francos y muchos menos franquistas y fanáticos en todas partes.

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