Una juez de Barcelona ha dictado libertad bajo fianza para seis de los ocho detenidos acusados de quemar una furgoneta de la Guardia Urbana de la capital catalana durante las protestas por el encarcelamiento del rapero Pablo Hasél.
Cinco de estos jóvenes afrontan fianzas de 40.000 euros y uno, de 45.000 euros, así como la retirada del pasaporte, la prohibición de salir de España y la obligación de fijar un domicilio. Todos ellos, y los otros dos encarcelados, han permanecido en prisión provisional durante más de ocho meses, y están acusados de la presunta comisión de los delitos de intento de homicidio, pertenencia a grupo criminal, desórdenes públicos, atentado contra la autoridad y manifestación ilegal.
La juez ha justificado la adopción de estas medidas cautelares argumentando que no se puede mantener tanto tiempo una medida «de tal gravedad» como la cárcel provisional.
