Trump y el veneno de la serpiente para el 2024

Susana Alonso

Los generales de División de Estados Unidos, Paul Eaton y Antonio Taguba, y el general de Brigada, Steven Anderson, advirtieron en un artículo conjunto en The Washington Post, publicado hace unos días con motivo del aniversario del asalto al Capitolio , que de continuar las cosas como hasta ahora, podría ocurrir que en 2024, si se repitiera un intento como el que hizo Donald Trump de negar los resultados electorales e incitándose a la gente a asaltar las instituciones, que los golpistas tuvieran el apoyo de parte del Ejército y que el golpe se impusiera. Artículo que se publicaba a la vez que se hacían publicas encuestas según las que uno de cada tres estadounidenses justificaban protestas violentas contra el Gobierno, como la de hace un año en el Capitolio, al creer que había habido fraude.

Y es que no pintan bien las cosas de cara a las elecciones de 2024, dado que al cumplirse el primer año de mandato de Joe Biden la popularidad del presidente sigue bajando tras fracasos como la retirada de Afganistán, la gestión de la pandemia, con millones de ciudadanos que se niegan a vacunarse y la fragilidad del sistema sanitario, y las dificultades para sacar adelante las políticas sociales de Biden, que se han topado en el Senado con el rechazo del senador demócrata Joe Manchin, que ha anunciado que con su voto contrario quiere tumbar la aprobación del paquete de gasto social de 1,9 millones de dólares. Y si la edad del presidente de 78 años que tenía cuando juró el cargo era ya un obstáculo para aspirar cuatro años después a la reelección, lo que sugería que sería la vicepresidenta Kamala Harris quien disputaría la presidencia en el 2024, Harris no ha encontrado de momento su sitio en la Casa Blanca mientras las encuestas de popularidad sobre ella son más malas que las de Biden. Hay quien dice que esto se debe a ser mujer y negra y estar casada con el abogado judío Douglas Emhoff, que está divorciado. Porque una cosa es que Trump estuviera divorciado y que su hija Ivanka se casase con un judío, Jared Kushner, y otra muy distinta que el “primer caballero” de la posible presidenta Harris, sea un divorciado judío.

Todo esto ocurre mientras siguen cayendo en saco roto las revelaciones que se aportan al comité especial de la Cámara de Representantes que estudia el asalto al Capitolio, dado que no tiene capacidad para imputar a Donald Trump que también ve cómo la Fiscalía evita procesarlo por estos hechos y por varios delitos fiscales, al argumentar los abogados de Trump que tiene inmunidad.

Al comité de la Cámara Baja que investiga la insurrección de hace un año llegan documentos y testigos que apuntan a que Trump se negó a hacer caso a su hija Ivanka y otras personas de su círculo más íntimo que, al ver lo que estaba pasando en el Capitolio, le pidieron reiteradamente que hiciera una declaración condenando el asalto para detener la violencia, algo a lo que Trump se negó. Y es que más allá de que la congresista republicana, Elizabeth Cheney, hija del exvicepresidente, incrimine con testimonios y datos a Trump de ser responsable de un intento de insurrección, esto ya es agua pasada y la mayoría de congresistas y senadores republicanos que fueron críticos con Trump hace un año, vuelven a apoyarle ante la posibilidad de que el expresidente se presente a la presidencia en el 2024.

Incluso Steve Bannon, el asesor de Trump, que había roto con él, se ha reconciliado con el expresidente. Ahora Bannon, junto con el también ex asesor de Trump, Michael Flyn, están apoyando y asesorando a nivel local a gobernadores y alcaldes del partido partidarios de Trump y de sus políticas de fake news, que siguen defendiendo que el nombramiento de Biden como a presidente fue un fraude. Ciertamente Biden ganó con 81.281.888 votos, pero Trump logró 74.223.251, la cifra más alta de la historia de un presidente que se presentaba a la reelección. Y sea quien sea el candidato demócrata a la presidencia dentro de tres años, bastará con que unos pocos millones de votantes demócratas se queden en casa para que Trump, en caso de que se vuelva a presentar, gane. E incluso en caso de que Trump no sea el candidato y que gane de nuevo el candidato o candidata demócrata, la teoría de que la presidencia de Biden fue ilegítima y que hay una conspiración contra América puede pervivir, y cómo temen los tres generales, si el ganador fuese el candidato demócrata, con el veneno de la serpiente ya extendido, una insurrección podría repetirse y triunfar.

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