El Gobierno de Giorgia Meloni ha rechazado las solicitudes de las ONGs Médicos Sin Fronteras (MSF) y SOS Mediterranée para que sus barcos humanitarios atraquen en el puerto más cercano, el de Ancona, tras varios días de navegación y con previsión de malas condiciones meteorológicas en los próximos días.
“Nuestra solicitud fue denegada. Las autoridades italianas han confirmado Ancona como puerto seguro. Esta orden va en contra de los intereses de los náufragos y del derecho internacional, y además vacía el Mediterráneo de embarcaciones de salvamento”, ha escrito SOS Mediterranée en redes sociales.
MSF informó que “el Ministerio del Interior rechazó nuestra petición de un lugar seguro más cercano para desembarcar a los 73 supervivientes a bordo del Geo Barents”, que ahora está viajando hacia el norte.
Italia complica el desembarco de inmigrantes
El 28 de diciembre, el Gobierno italiano aprobó un decreto con medidas para obstaculizar y combatir a estas organizaciones, a las que acusa de fomentar la inmigración irregular. No impide el desembarco de inmigrantes en Italia, pero sí lo complica. Se obliga a los barcos de las ONGs a aceptar el puerto asignado, aunque esté a cientos de kilómetros, como en el caso de Ancona y Rávena.
MSF y SOS Mediterraneé han denunciado que la asignación de un puerto lejano va contra el derecho internacional porque los supervivientes necesitan desembarcar lo antes posible para evitar un mayor perjuicio en su salud, según las convenciones marítimas.
En los cinco primeros días del año ya han desembarcado en las costas italianas 2.556 inmigrantes procedentes del norte de África. En el mismo periodo del 2022, la cifra era de 368, según datos del Ministerio del Interior.
