La semana pasada vio la luz el Consell Assessor para el impulso del Fòrum Civil y Social por un Debat Constituent. Más allá del nombre infernalmente largo y retorcido, el organismo ha nacido entre acusaciones y críticas desde todos los frentes. Por un lado, los constitucionalistas no reconocen en este consejo ninguna autoridad legal ni utilidad real. Y esto era previsible.
Pero desde el lado independentista, la reacció, no ha sido mucho mejor. Y es que el presidente de la Generalitat, Quim Torra, había anunciado la creació del Fòrum, y lo que apareció fue un organismo previo que tendría que preparar la metodología para que algún día –vete a saber cuando– llegue el Fòrum propiamente dicho.
Pero, además, Torra ha puesto al frente al ex-diputado, e-cantautor y amigo personal del presidente, Lluís Llach. A él, le acompañan hasta siete ex-parlamentarios, todos conocidos por su buena relació personal con Lluís Llach o con Quim Torra. "Es una cena de Navidad con los amigos", ha llegado a decir un dirigente independentista en privado. Y es que sospechan que les venden humo.
