Marta Ferrusola en Panamá

Entre la abundante documentación judicializada que ha generado, hasta ahora, el caso Pujol hay un episodio, para mí, especialmente espeluznante y determinante: es la declaración voluntaria que hizo el primogénito del clan, Jordi Pujol Ferrusola, ante el magistrado de la Audiencia Nacional, José de la Mata, el pasado 11 de febrero.

En el curso de este largo interrogatorio, Jordi Pujol Júnior admitió, explícitamente, que su madre era titular de una de las cuentas que, bajo el paraguas de la sociedad instrumental Kopeland Foundation, abrió el 2011 en Panamá. El nombre clave de esta cuenta era, precisamente, «Madre» y, antes de su extinción, el 8 de agosto de 2014 –poco después de la confesión auto-inculpatoria del ex-presidente de la Generalitat-, constaba un saldo de 838.244 euros, de origen ignoto.

Evidentemente, los medios subvencionados de Cataluña –casi todos- han pasado de puntillas o han obviado esta sorprendente declaración de Jordi Pujol Júnior. ¡Marta Ferrusola, la «madre de la patria», tenía una cuenta en el paraíso fiscal Panamá! No es una intoxicación maliciosa de la UDEF ni de las «cloacas» del Estado para perjudicar el «proceso soberanista» de Cataluña: ¡lo confiesa su propio hijo primogénito ante el juez! Como se acostumbra a añadir en estos casos: «No hace falta decir nada más».

El «dicen, dicen, dicen» del ex-presidente de la Generalitat en el Parlamento de Cataluña queda totalmente confirmado después de esta constatación: su mujer –»Això és una dona!»-, además de Andorra, tenía una cuenta en Panamá. La imagen de la ex-primera dama asociada a este celebérrimo paraíso fiscal caribeño –centro neurálgico del «dinero sucio» internacional- es alucinante y debería quedar fijada, por siempre jamás, en los anales de la historia de Cataluña.

La cuenta «Madre» de la Kopeland Foundation es el paradigma del país que hemos vivido y sufrido en los últimos 35 años. También debería ser el punto final. Pero no: Artur Mas –el «octavo hijo» de Jordi Pujol- es el encargado de pilotar la «refundación» de Convergència Democràtica y numerosos dirigentes que han «mamado», crematística y políticamente, de este régimen nefasto de corrupción y «omertà«, continúan cómodamente instalados en las estructuras de poder de Junts x Sí.

Si Cataluña quiere salir adelante tiene que arrancar esta página de la historia y cortar todas las cabezas de la hidra antes de que se vuelvan a multiplicar. Esquerra Republicana, por activa y por pasiva, está dando respiración asistida al «monstruo» para que pueda reorganizarse y volver a apoderarse del país. Los nombres que suenan para esta «refundación» de Convergència –Germà Gordó, Jordi Turull, Josep Rull…- son todos ellos herederos directos de las prácticas mafiosas del pujolismo. Fueron abducidos por el discurso del «conducator«, se beneficiaron de su protección y tienen inoculado el «virus» del «affairismo«, que tanto daño ha hecho a la noble causa del catalanismo.

Por cierto, estamos a la espera de más noticias de Kopeland Foundation. Esta sociedad «cuelga» de la entidad Global Services Advisory, radicada en el paraíso fiscal de Belice. Las informaciones extra-oficiales conseguidas hasta ahora señalan que bajo esta estructura fiduciaria se escondían unos 3.300 millones de euros. ¿De quién eran? ¿Dónde han ido a parar, después de su apresurada disolución? ¿Dónde están? Todo llega…

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