El filósofo, columnista y aspirante a la alcaldía de Barcelona Jordi Graupera. En un artículo publicado en El Nacional, alerta al movimiento independentista de que fracasará si se centra en «los presos y los exiliados, en el sentido de poner en el centro el hecho de haber sido agredidos«. «Todos los líderes del mundo saben que si un movimiento político se percibe a si mismo sólo como una víctima es imposible que gane» y esto es porque, según él, da a entender «que no tiene suficiente fuerza para ser libre».
«El choque emocional es muy útil políticamente. Todos los momentos de choque vuelven a la gente más vulnerable y esto hace posible emprender acciones políticas sin tenerlas que justificar demasiado», reflexiona.
Para Graupera, «es indecente» que el sufrimiento por los presos del proceso «se explote como se está explotando», y culpa a «nuestros líderes políticos» de preferir «alimentar tanto como es posible toda la simbología, todo el folclore, toda expresión de dolor, sabiendo como saben, como sabemos todos, que eso nos vuelve emocionalmente vulnerables y políticamente manipulables«. Los culpa, de hecho, de «emplear a los presos para fines políticos» y de «sacrificar la libertad para no tener que dar explicaciones». «Siento un inmenso asco cada vez que lo veo», añade.
Uno de los azotes del proceso, el ex-diputado de Solidaritat Catalana y ex-militante de Convergència Alfons López Tena, ha reprochado vía Twitter a Graupera que va tarde: que esto lo dice ahora «pero los votaste [a estos políticos]».
