La Marea Blanca, la plataforma que aglutina el activismo en defensa de la sanidad pública, ha anunciado que desplegará «todos los medios de movilización» posibles para oponerse al anteproyecto de ley de gestión de la asistencia sanitaria que promueve el departamento de Salud de la Generalitat, encabezado por el consejero Toni Comín.
De hecho, esta declaración de intenciones se ha proclamado después de la reunión que representantes de la Marea Blanca han mantenido esta semana con el consejero Comín, que prevé, a pesar de todo, sacar adelante la reforma, de la que ha anunciado que informará a los grupos parlamentarios mediante un documento con el que quiere rebatir los argumentos de los activistas.
La Marea Blanca, por su parte, celebrará el 6 de julio una asamblea abierta a sindicatos y movimientos sociales. Su objetivo es tumbar un anteproyecto que teme que suponga la involución y la fragmentación del sistema sanitario. Denuncia, asimismo, que si la ley Comín se hace realidad, las irregularidades que afectan al sistema sanitario encontrarán unas condiciones todavía más favorables. Se reprocha a Comín, en este sentido, que quiera dar un nuevo impulso a la mercantilización de la sanidad.
De momento, se ha aprobado el pasado día 20 la memoria preliminar del controvertido anteproyecto, pero mediante el trámite de urgencia se quiere acelerar la aprobación de la ley, que se podría culminar este otoño. Los activistas consideran que Comín ha presentado su iniciativa «a traición» y el consejero, que los activistas están equivocados.
Indignación en Tarragona
Paralelamente, en Tarragona, el gerente local del Instituto Catalán de la Salud, Rafael Gràcia, está en el ojo del huracán por haber dicho que el CAP La Granja-Torreforta tenía listas de espera por la mala gestión del centro. El Colegio de Médicos le exige que dimita. Considera que las disculpas dirigidas a los profesionales de este CAP son insuficientes.
Gràcia, que asumió el cargo hace un año, ha indignado a los facultativos porque, en una entrevista concedida al Diari de Tarragona, ha dicho concretamente que «los profesionales médicos de los centros de atención primaria de Tarragona no tienen un problema de carga de trabajo. Otra cosa es ver cómo somos capaces de dar respuesta a la comunidad».
