Junts per Catalunya y Esquerra Republicana continúan sin acuerdo sobre los diputados suspendidos por el juez del Tribunal Supremo, Pablo Llarena. Un conflicto entre las dos fuerzas que mantiene el Parlament sin sesiones plenarias desde antes de las vacaciones de veranos.
La reunión de este miércoles apor la tarde en el centro penitenciario de Lledoners no ha servido para desencallar un conflicto entre los seguidores de Carles Puigdemont y los republicanos. El desacuerdo entre los dos grupos mayoritarios del independentismo en el Parlamento catalán se evidenció en julio cuando JxCat estaba dispuesta a aceptar la renuncia de sus diputados con la excepción de Carles Puigdemont, pero los republicanos querían la misma solución para todos los afectados.
A raíz del fracaso de la reunión de ayer para llegar a un acuerdo entre JxCat y ERC, las dos formaciones se han emplazado a seguir negociando. Los dos partidos temen que acabe llegando el debate de política general en el Parlament que se celebrará los días 2, 3 y 4 de octubre con un enfrentamiento entre las dos principales fuerzas independentistas de la cámara catalana.
Ha trascendido que dentro de JxCat hay voces que verían con buenos ojos convocar nuevas elecciones si se mantiene el bloqueo del tema, una opción que no comparten otros sectores del grupo parlamentario de Puigdemont y a la cual ERC se opone frontalmente. De hecho, desde el ejecutivo de Quim Torra tampoco se ve adecuado una convocatoria anticipada de elecciones.
