Los máximos dirigentes de ERC, Oriol Junqueras y Marta Rovira, abogan por comenzar «una nueva fase» en la que todo aquello que se haga sirva «para ampliar la base», según han expresado en un comunicado publicado en la web del partido. «La vía más directa para volver al autonomismo es que el independentismo vuelva a ser una minoría ruidosa que se aleje de la centralidad», plantean.
«Expulsad la corrupción, la complacencia, las malas caras y las malas palabras, las simplificaciones y las simplicidades, el menosprecio de las diferencias… porque inevitablemente nos conducen al fracaso. Al fracaso político. Y también al fracaso económico y social», piden a sus bases.
Consideran que hay que «ganar confianzas, tejer complicidades, construir la casa común», y defienden que, para ello, es preciso ajarse de «las declaraciones altisonantes y de los fuegos artificiales que después del espectáculo no dejan en herencia a nuestros hijos ninguna herramienta concreta».
«Tenemos que contar hasta tres. Lo que genere consensos y complicidades hacia el proyecto republicano, adelante. Lo que no los genere, descartémoslo. Tenemos que ir más allá del regate en corto, de los golpes de volante», sostienen.
Sin concretar ninguna propuesta de acuerdo o acercamiento con Catalunya en Comú-Podem o el PSC, como la que levantó duras críticas contra Joan Tardà, el texto tampoco contradice lo que expresaba el diputado. De hecho, aboga por construir mayorías «amplias y transversales», y manifiesta una necesidad de abrazar a «los que piensan diferente» y convencerlos «para construir colectivamente el futuro de todos».
El ex-presidente de la Generalitat y líder de Junts per Catalunya, Carles Puigdemont, por su parte, ha dicho en una entrevista concedida a El Punt Avui que una repetición de las elecciones no sería «ninguna tragedia», si bien también ha indicado que no es «la prioridad».
