La Generalitat acusa a la organización de los Juegos Mediterráneos de elegir el público para la ceremonia de inauguración en el estadio del Nàstic, donde se vieron muchas banderas españolas y se escuchó uaa sonoro pitada contra Quim Torra. La portavoz del gobierno y consejera de Presidencia, Elsa Artadi, lo ha denunciado a RAC1.
«Era un público sorprendentemente seleccionado. Nos sorprendió que hubiera tan poca gente porque desde la secretaría del Deporte se habían pedido invitaciones para compromisos, tanto para nosotros cómo para la Diputación de Tarragona y se nos dijo que no había», denuncia la consejera.
Aun así, ha quitado importancia a la protesta. «Me parece normal que la gente se pueda expresar, esto no lo criticamos». Y ha ironizado «ni lo perseguiremos ni nos parecerá un delito de odio».
En términos similares se ha pronunciado el consejero de Acción Exterior, Ernest Maragall. Según él, en el Estadio el público fue «elegido y controlado».
Por su parte, el alcalde Tarragona, Josep Fèlix Ballesteros, los contradice y asegura que la organización de los Juegos Mediterráneos no se encargó de vender entradas.
«Era materialmente imposible seleccionar el público. La venta de entradas la depositamos toda bajo contrato a la empresa Ticketmaster, que ganó el concurso público», se defiende.
Por otro lado, Ballesteros condena el silbido que recibió Torra durante el discurso inaugural.
