La Guardia Civil y agentes de vigilancia aduanera han detenido a más de cien personas en todo el Estado a raíz de una macrooperación contra el fraude de gasóleo. Se les acusa de adulterar el carburante para venderlo a gasolineras. Hay nueve tramas empresariales involucradas. Cataluña, Andalucía, Madrid y Murcia han sido algunas de las comunidades donde se han llevado a cabo las operaciones. En Reus, los agentes han registrado la sede de Simonoil y se han llevado cajas con documentación.
El entramado mezclaba gasóleos económicos no aptos para vehículos, empleados en maquinaria agrícola y calefacción, con hidrocarburos para venderlos en estaciones de servicio. El uso de carburante adulterado, que podrían haber utilizado miles de conductores, tiene un riesgo grande para la mecánica de los automóviles.
La estafa, que se ahorraba los impuestos que cargan el gasóleo, podría rondar los 2.000 millones de euros anuales.
