CaixaBank presenta este martes en Valencia unos resultados récord: ha ganado este año hasta septiembre 1.488 millones de euros, un 53,4% más que durante el mismo periodo de 2016. La integración de la entidad portuguesa BPI, efectuada el pasado mes de febrero, ha sido clave en este crecimiento, que ha superado las expectativas de los analistas. BPI, en concreto, ha aportado 180 millones a los resultados del negocio desde su integración, 103 millones de ellos durante el tercer trimestre.
El grupo bancario ha celebrado este lunes su primera junta de accionistas en Valencia, donde ha decidido trasladar este mes su sede social desde Barcelona ante la perspectiva de una eventual declaración de independencia de Cataluña. Los motivos esgrimidos para adoptar esta medida, que no afecta a su operativa ni a su plantilla, son seguir bajo el amparo del Banco Central Europeo (BCE) y mantener abiertas sus líneas de liquidez. El traslado es permanente, según ha comunicado el consejero delegado Gonzalo Cortázar, quien ha manifestado que en caso de haber sido temporal, ya lo hubieran dicho.
CaixaBank, además, informó del beneficio trimestral más grande de su historia, 649 millones entre junio y septiembre, un 48,7% superior al del trimestre anterior.
